¿Profesores «defectuosos» en tu escuela?

¿Qué hacer con un profesor que no quiere realizar bien su trabajo?

¿Despedirlo de la escuela? No es tan fácil amigo lector/a, el Sindicato no lo permite salvo casos especiales que obedecen a otras razones, las leyes sí, pero está cobijado por el SNTE. ¿Ponerlo a realizar actividades distintas del trabajo frente a grupo? Bueno… eso estaría más acorde con la intención de mejorar la educación, sin embargo… revisemos este asunto con mayor detenimiento.

¿Conviene dejar impartir cátedra a un profesor del que ya se sabe que no hará gran cosa por sus alumnos? Es Obvio que NO. ¿Solución? Quitarlo de las aulas. Evitar a toda costa que eche a perder generaciones de jóvenes con su mala enseñanza o con su mala disposición para el aprendizaje. Pero… ¿A dónde enviarlo? ¿A la administración, a un taller o laboratorio o como dijo Miguel Székely, a realizar investigación? En esto concluyen tanto la planta docente que sí se preocupa por hacer bien su trabajo como los mandos directivos locales y nacionales. Por supuesto que lo anterior no significaría que las áreas alrededor de las aulas se llenaran de profesores “defectuosos”, tendría que buscarse el justo equilibrio.

Regresando al punto, entonces ¿Se resolvería el problema de los profesores que no les interesa su quehacer reubicándolos dentro de la escuela? Podría ser, aunque la lógica y la filosofía popular dicen que no («el que es perico…»), tiene sentido pensar que su bajo rendimiento continuaría.

Cuando hay profesores que «no dan el ancho» la administración opta por buscarles acomodo en grupos y en asignaturas que no les representen gran problema, es decir, les facilitan la vida. Igual sucede con los profesores que solo conocen una materia y no les interesa ampliar sus conocimientos. En ambos casos se les dificulta a los mandos directivos repartir con equilibrio la carga académica entre todo el cuerpo docente de la escuela, ya que dichos profesores están «limitados» en su quehacer…